Aunque no hayamos estudiado medicina, tenemos una idea de cómo luce el interior del cuerpo humano. Seguro recuerdas de alguno de tus libros escolares unas tiritas blancas que unían los músculos, ¿verdad? Pues se llaman fascias y en años recientes se ha empezado a hablar mucho de ellas. 

Este tejido fibroso, resistente y elástico se encarga de “conectar”, por ejemplo, los músculos a la piel, los músculos a los nervios y las venas, también funciona para contener ciertos órganos en su sitio. Actualmente se ha observado que representan un papel muy importante en la mecánica del movimiento corporal y se está estudiando cómo las afectan ciertas enfermedades. Y aunque todavía no se tenga mucha información sobre ellas, sí sabemos que debemos mantenerlas hidratadas y flexibles, por lo que debemos cuidar la alimentación y ejercitarnos.